Beatriz San Román es la creadora de la marca “Vulvita”, la cual vende productos menstruales reutilizables para poder reducir al máximo los residuos.
Reducir al máximo los residuos y trabajar en la salud menstrual. Estas son los principales propósitos que tiene Beatriz San Román para seguir adelante con sus proyectos. San Román es una emprendedora madrileña que vivió en Cambrils y que actualmente reside en Mont-Roig. Tiene en marcha tres proyectos: “Vulvita”, “La casita sanadora” y “Residuo Zero Tarragona”, todos relacionados con los objetivos nombrados.
Actualmente, se encuentra más centrada en “Vulvita”, una marca de compresas de tela y otros productos menstruales que ella misma cose a mano. “La casita sanadora” dice que lo que siempre había querido hacer, “un proyecto donde la gente puede acercarse a mi y de alguna manera sanarse, ya sea a través del yoga, de los masajes, la terapia floral… para buscar la manera de conectar con uno mismo”, de momento es el que tiene más abandonado porque conoció la terapia menstrual y supo que eso era lo que quería hacer. El último que ha creado, junto con una amiga, es “Residuo Zero Tarragona”, donde se venden productos que intentan fabricar ellas mismas o que vengan de cerca, que no produzcan residuos. Porque se han dado cuenta que “en casa es más fácil tener una vida zero waste pero cuando viajas es más complicado”.
El proyecto va a surgir de una necesidad propia
La emprendedora explica que el proyecto Vulvita va a surgir de una necesidad propia, ya hacía años que ella cosía sus compresas de tela con roba reciclada que tenía en casa. Hasta que las personas de su círculo y de conocidos también le pidieron de probarlas y así es cómo se va a “profesionalizar” para venderlas, sobretodo a gente cercana. Más tarde llevó a cabo una campaña de crowdfunding para conseguir financiación y dar a conocer el proyecto. Fue cuando hubo que poner un nombre a lo de coser compresas y como surgió “Vulvita”. Afirma que este nombre se debe al hecho que siempre le gusta “traer a la luz las cosas que están ocultas, y poner este nombre era poner en terreno público una parte del cuerpo que estaba oculta, pero tampoco muy directamente”. En la misma línea, su empresa tiene un componente reivindicativo importante, ya que reclama que la menstruación se ha de desmitificar. “La mitad de la población menstrúa y no podemos hablar de ello?”, protesta. Per este motivo también da talleres a niños, porque le da miedo “que los niños crezcan en una sociedad donde no puedan conocer ni explorar su cuerpo, ni hablar de sus procesos biológicos”.
Los productos se pueden adquirir en diferentes ferias, en las redes sociales y en algunos establecimientos
Hoy, los productos de “Vulvita” se pueden adquirir en diferentes ferias de la provincia de Tarragona, como es el caso de “l’Espai Niu” de la Feria Multisectorial de Cambrils, mediante las redes sociales, o en algunos establecimientos de la provincia que tienen productos ecológicos. La emprendedora afirma que hay diversos motivos por los cuales cambiar y empezar a utilizar las compresas de tela, aún que evidentemente, una de las principales razones para usarlas es para favorecer el medio ambiente, ya que permiten tener una menstruación de residuo cero. Un gran cambio respecto a la cantidad de residuos que generan las compresas habituales. Las clientes que las compran forman, forman parte de una gran abanico de edades, ya que va desde jovencitas que quieren tener alternativas al material de un solo uso o mujeres que las usan para la pérdida de orina. Por otra parte en dos ocaciones la creadora de “Vulvita” ha viajado al oeste de Nepal con el proyecto Rato Baltin de la ONG Bearsy, que tiene como objetivo dar información de salud menstrual a niñas y mujeres de la zona. El propósito de este proyecto es que ellas mismas sean consientes de los que les pasa, para poder erradicar la práctica del Chhaupadi y que las jóvenes nepalesas puedan utilizar siempre la compa menstrual.
Finalmente, ella afirma que, especialmente el proyecto “Vulvita”, lo lleva a cabo porque “a parte de ser mujer, he sufrido lo que es ser mujer en esta sociedad”, también porque tiene mucha conciencia ecológica. Por eso, para ellas lo más importante actualmente sería reducir el residuo al máximo en cualquier ámbito – alimentación, cosmética, menstruación-, ser autosostenible y concienciar a la sociedad sobre esta tema para que comience a ser responsable de los residuos que genera.