Diario de viaje: Camino hacia el Far-West Nepali

Salimos de Kathmandu el día 26 de febrero a las 3 de la tarde: Kamal, el Project Manager Nepalí; Susmila, la enfermera que hemos contratado para hacer los trainings de Ruby Cup y higiene Menstrual con las chicas y yo (Clara Go).

Después de subir en el autobús los 40 Cubos y maletas con materiales que nos llevamos en este viaje, empezamos el trayecto hacia Dhangadhi con ilusión y nervios. Llevábamos tantos meses trabajando para que llegara este momento, que el viaje se hizo más largo y pesado de lo normal.
Salir de Kathmandu suele ser difícil, según a que hora 6 o 7 horas y este día fue lo que nos tocó. Salimos en hora punta. La carretera hacia Chitwan, que estaba en construcción hace 6 meses, sigue estándolo. Parece que será una de las muchas carreteras interminadas en este país.

Cuando por fin llegamos a Chitwan, acabando la zona de la carretera en obras, el limpiaparabrisas del autobús se rompió al ser golpeado, nadie sabe muy bien como, por un camión que iba en dirección contraria y que se dio a la fuga. Normalmente los Nepalíes son muy calmados y tranquilos, pero ese día nos tocó un conductor, que ni corto ni perezoso, dio media vuelta así que pudo y se puso a perseguir al camión durante una hora en dirección Kathmandu otra vez! Al final, tras parar varias veces y hablar con policías varios, encontraron al camión escondido, se pusieron de acuerdo en que pagaría el cristal y volvimos a dar la vuelta en dirección Dhangadhi, donde llegamos pasadas las 12 del mediodía del día siguiente. 22 horas de bus.

Buscamos el hotel donde habíamos quedado con la enfermera matrona y la enfermera especializada en salud familiar y comunitaria españolas, Y con la otra enfermera Nepalí de la Zona.
Tuvimos una reunión con una de las profesoras del Seti Makali Nursing Campus y una vez estuvimos ya juntos el equipo entero, empezamos a preparar como imaginábamos que podríamos hacer todo el trabajo que teníamos planeado.

Al día siguiente, 28 de febrero, después de 12 horas de Jeep terroríficas en las que casi todos nos mareamos como niños, llegamos a Mangalsen. Allí nos esperaba un periodista amigo mío y su familia que amablemente nos habían preparado la cena y nos dejaron dormir en su casa (ocupando su propia cama).

1 de Marzo: Mangalsen amanece nublado. El camino a Basti son 8 horas a pie, o 2 en jeep y 2 caminando. Optamos por el jeep, pero la lluvia, nos hizo dudar de si quedarnos un día más allí, pero al final paró de llover y salimos en Jeep hasta el punto donde nos esperaba 4 mujeres «porters», para ayudarnos con todo los materiales. Después de 3 horas de bajada por un camino súper empinado. llegamos a Basti. Un pueblo que parecía salido de una película. Precioso y auténtico. Pero todos sabíamos que la vida allí no era lo ideal que parecía…

 

Recordad que seguimos necesitando vuestra ayuda para recaudar fondos y seguir con nuestro proyecto. Podéis hacer donaciones en:
https://www.migranodearena.org/es/reto/13821/rato-baltin-nepal—facing-chhaupadi-with-menstrual-education/
Proyecto Baltin Project.

 

 

 

 

 

Escrito por Clara Go - Photos from different cameras and phones ©: Clara Go