Cuando me vino mi primer periodo, mi madre me dijo que me había vuelto una intocable.

Hemos copiado y traducido este artículo del The guardian en nuestra web, porque creemos que es importante para las lectoras catalanas y castellanohablantes entender bien este texto.
—  be artsy team

Yo tenía 13 años y llevaba una cinta roja en mi pelo aceitado cuando tuve mi primer periodo. Pensé que tenía disentería. Cuando le pregunte a mi madre sobre ello, ella me golpeo con un trapo en la mano y me dijo: “nani ta nachune bhais”- Hija mía, te has convertido en intocable [estas menstruando]. Ella me arrastró dentro de la habitación de mi hermano. Recuerdo que estaba oscuro y era espeluznante.

Entonces, tuve una lista de restricciones: “No tocar la cocina y el área de culto” y “permanecer lejos de mi padre y otros parientes”. Tuve que estar sola en la habitación de mi hermano durante una semana. Lo que más me hirió fue no poder ver a mi padre o cualquier otro miembro masculino de la familia durante esos días.

 

Le pregunté a mi madre varias veces: “¿Por qué no puedo salir de la habitación?” Pero ella permaneció en silencio. La sensación de incapacidad corría por todo mi cuerpo, la sangre roja fue un pecado. La misma sangre roja que me representa como una mujer. En un ataque de rabia, entraría en la cocina y tocaría todo lo que mi madre me restringió. Comería pepinillos de la nevera, cantando y tocando todo.

La segunda vez que menstrué lo mantuve en secreto. Era solo un día normal para mí. Me desperté, fui a la cocina e hice lo que me gusta. Entonces, cuando todo el mundo supo lo de mi periodo y que lo había tocado todo, se convirtió en un acalorado debate. Tuve la suerte de que mi padre era progresista y apoyó mi movimiento.

 

 ‘Women around the country are not as lucky as me. The situation of women living at the rural areas of Nepal is terrible,’ says Pragya Lamsal (pictured).
Las mujeres de todo el país no son tan afortunadas como yo. La situación de las mujeres que viven en las áreas rurales de Nepal, es terrible, dice Prayga Lamsal (en la foto)

 

Pero las mujeres de todo el país no son tan afortunadas como yo. La situación de las mujeres que viven en las zonas rurales de Nepal  es terrible. La práctica de aislar a las mujeres durante su período existe en todo el país en diferentes formas. En algunos lugares, las mujeres no pueden estar en sus propias casas. Mientras que, en otros, las mujeres pueden estar en la casa, pero no en la cocina y el templo. También se les prohíbe tocar a otras personas (especialmente los miembros masculinos de la familia), el ganado y el cultivo de frutas y hortalizas.

En Nepal, la menstruación está asociada con las tradiciones y restricciones estigmatizante para las mujeres. Estoy llamando a poner fin al – a veces mortal – sufrimiento.

La forma más extrema de aislamiento se practica en la parte occidental del país. Chhaupadi destierra a las mujeres que menstrúan para vivir en cobertizos afuera de las casas. Recientemente, dos mujeres jóvenes murieron en cabañas menstruales en Achham, un distrito montañoso del far-west Nepal, en menos de un mes. El 18 de noviembre, Dambara Upadhyay, 21 from Timilsen village fue encontrada muerta en el cobertizo, mientras una niña de quince años Roshani Tiruwa of Gajra died murió el 17 de diciembre. No son los primeros y lamentamos no poder decir con certeza que serán los últimos. Los números exactos no están disponibles, pero se cree que decenas de mujeres mueren cada año en nombre de la tradición, como si las mujeres que menstrúan no merecen los derechos humanos básicos

Chhaupadi fue declarado ilegal por la Corte suprema de Nepal en el año 2005. Pero la policía ve a menudo la menstruación como un problema privado de la familia. La indiferencia del gobierno está afectando la vida de las mujeres. ¿Cuántas más mujeres deben morir antes de que los tabúes y los estigmas que rodean la menstruación lleguen a su fin?

Además, se ha prestado poca atención a los otros efectos graves para la salud asociados con los tabúes menstruales y los estigmas. Las mujeres sufren de neumonía, diarrea, asfixia e infecciones del tracto respiratorio mientras están en aislamiento. Durante mis visitas a áreas remotas del país, las mujeres me dicen que no son atendidas apropiadamente por la familia durante la menstruación.

Hablar de los tabúes menstruales no es fácil. Hay muchas iniciativas de todo el país, pero la tradición está profundamente arraigada. Por ejemplo, las aldeas donde murieron recientemente mujeres jóvenes habían sido declaradas zonas libres de cabañas de menstruación.  Las familias se comprometieron a suspender la práctica después de las campañas de demolición de los cobertizos. Pero recurrieron de nuevo a la práctica y los cobertizos recién construidos eran todavia peores que los anteriores.

Otro cambio es que las propias mujeres crean en las tradiciones. Una alumna en Udaypur, en el este de Nepal, me dijo una vez que Dios la maldeciría si no sigue las reglas del aislamiento durante su período. Las muchachas continúan la práctica porque temen que Dios se enfadé con ellas y traerán desgracia a la familia.

El gobierno necesita adoptar un nuevo enfoque para estos problemas. La iniciativa legal y las campañas de sensibilización deben ir de la mano. Hace tiempo que abogo a que no se trate de una cuestión cultural. Es una cuestión de derechos humanos. No es parte de la religión, sino parte de la superstición. Es contra los derechos de las mujeres. También es una cuestión legal.

Pero no es solamente asunto de Nepal, romper tabúes menstruales debe ser parte de iniciativas internacionales. El derecho de las mujeres está garantizado por la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer y la Declaración Universal de Derechos Humanos. Como las Naciones Unidas y los países de todo el mundo acordaron la agenda de 2030 y los objetivos de desarrollo sostenible, es un asunto de preocupación para todo el mundo. Es hora de asegurar un mundo donde las mujeres tengan derecho a vivir con dignidad y respeto.

 

Recuerda crowdfunding para ayudar a las mujeres del Nepal a luchar contra el Chhaupadi: http://www.migranodearena.org/es/reto/13821/higiene-menstrual-en-nepal—chhaupadi/#cast
Toda donación suma. ¡Compártelo! ¡Gracias!

 

Traducció de la Nicole i la Dominik Ramírez