Diario de viaje – Chilkhaya

10-6-17.

Mover 4 mochilas personales, 2 maletas de materiales, 1 maleta de cámaras y 23 cubos metálicos de un pueblo a otro en estas zonas remotas puede ser muuuy complicado! De Rachuli a Chilkhaya, según Googlemaps, solo hay 9 km y un desnivel de 400 metros.

Primero tuvimos que conseguir que nos ayudara alguien a bajarlo todo a la carretera (30’ caminando en bajada, entre arrozales y pequeños ríos): 3 alumnos de la clase 10 nos ayudaron. Después, esperamos que pasara un bus con espacio suficiente para poder subir nosotros y todos los trastos. Tuvimos suerte, una vez más, y media hora más tarde ya estábamos en el bus “dirección” Chilkhaya. El bus nos dejó en Galje y allá comimos, y contratamos 2 porteadores que, ante nuestra sorpresa, pudieron mover todo el equipaje y recursos. Se suponía que se necesitaban 3 personas, pero no encontraron la tercera.

Después comenzamos el camino hasta el pueblo.

Según a quin preguntabas te decía que se trataba de caminar una hora, o que serían 3 horas y media (This is Nepal… Nobody knows…). Nos mentalizamos que caminaríamos como mínimo 5. El camino fue precioso. Kalikot está lleno de colinas donde brota agua por todas partes. Y lleno de árboles frutales y campos de arroz. Subimos y bajamos colinas, parando a charlar con las chicas nos encontrábamos, y a comer ciruelas y beber agua, con toda la calma del mundo, durante más de 5 horas.

Al llegar pasamos por el centro de salud, que ya sabía de nuestra llegada, pasamos también a saludar al director de la escuela y fuimos al lugar que sería nuestra casa los próximos 10-12 días. La sensación al llegar a ese pueblo, entre terrazas verdes, fue de sueño. La curiosidad que tenía la gente con nosotros, las preguntas, las sonrisas… Las dudas sobre qué escondería ese bonito pueblo detrás de las fachadas. Un rato antes de llegar ya oímos música de tambores. Había nacido un niño (macho) y lo celebraban. Este país no dejará nunca de sorprenderme.

Lo que no sabíamos era que sería el primero de 4 niños (machos) que nacerían durante nuestra estada en el pueblo, el segundo día nació otro, vimos las parihuelas que habían hecho para llevar a la partera hasta el Centro de salud, la chica con dolor, en la mitad de mucha gente celebrando el nacimiento del niño.

Y nos dolió especialmente saber que aquella mujer, junto con su hijo, pasaría los siguientes 7 días en la cuadra de los animales. Si hubiera parido una niña pasaría 10. Así es el Chhaupadi, eso que nos mueve a continuar con nuestro trabajo de educación. Que dejen de existir estas injusticias y atropellos de los derechos fundamentales de las mujeres.

 

Escrito por Clara Go. Fotografías con FUJIFILM X-Pro1 © Clara Go
Traducción de Josep V. Marín.

¿Deseáis ayudarnos a recaudar dinero para el proyecto de las niñas de Nepal?

Ahora puedes donar para pagar un mes de sueldo a la enfermera, pagar algunos kits higiénicos o ayudar para realizar el control de la copa menstrual en septiembre:  http://beartsy.org/es/involucrate-en-rato-baltin/

Hemos abierto ahora una línea de ayuda a la financiación del proyecto en http://www.gofundme.com/menstrual-cups-in-nepal-chhaupadi

O si lo deseas, se puede donar por transferencia bancaria a: Banc Sabadell IBAN: ES23 0081 0900 8200 0430 1934 BIC: BSABESBB (una donación recurrente nos ayudará a planificar mejor nuestro presupuesto para llevar a cabo los proyectos emprendidos).

echar un vistazo a otras formas de donar en http://beartsy.org/es/donacion/

¡Gracias! 🙂