Evaluamos el impacto del proyecto Rato Baltin 2019

Estamos realmente felices de finalmente poder mostraros la evaluación de impacto del año 2019. Este año llega un poco tarde, porque analizar el resultado de 4 equipos nos ha dado 4 veces el trabajo del año pasado. Pero esperamos que estés tan feliz como nosotras con los resultados.

Los pueblos remotos donde hemos estado presentes han sido 18, en 4 municipios, en Achham. Pensamos que es básico el seguimiento del proyecto. Por eso fuimos a los pueblos en los que estuvimos en 2019 y allí se evaluó el programa y su incidencia.

Resultados Rato Baltin 2019

Impartimos talleres de gestión de la salud menstrual, de educación en salud reproductiva y sexual, y actividades para implicar a las comunidades. También talleres de fotografía para facilitar la expresión de las chicas, proyecciones de cine, y reuniones con las autoridades municipales y líderes religiosos y espirituales de todos los pueblos. En el transcurso del proyecto, en el año 2019, hemos distribuido 1.467 copas menstruales a chicas escolarizadas y mujeres jóvenes. Recibieron copas menstruales, un cubo metálico para poder hervir la copa, y jabón. Se trabajó sobre cómo utilizarla. Se ha llegado a 7.829 beneficiarios directos durante el 2019.

En el seguimiento presencial, cada dos meses, con las usuarias de la copa menstrual, ayudaron las formadoras, y mentoras y coordinadoras locales. También tuvimos en cuenta las niñas que no utilizan copas menstruales, para evaluar la diferencia entre las chicas que las usan y las que no son usuarias, y para ver si la tradición de chhaupadi se puede cambiar sólo mediante la educación.

Los resultados

Hablando con las chicas vimos que un porcentaje muy alto utilizan la copa, incluso seis meses después de la formación. Y lo recomendarían a otras chicas. El 94% de las chicas explicaron que seguían algún tipo de restricción menstrual antes y después de la formación y la implementación de las copas, pero cuando se les preguntó si la tradición ha cambiado desde entonces, el 75% de las niñas reportaron haber hecho cambios en la tradición del chhaupadi.

Resultados Rato Baltin 2019

Algunas chicas informaron sobre cambios en el acceso a los alimentos: ahora pueden comer verduras, algunas pueden comer frutas y algunas pueden tomar leche. Algunas niñas comunicaron que, tras participar en nuestros talleres, sus madres les permitieron tener una manta más gruesa en la cabaña de Chhaupadi y como no manchan, no la tienen que lavar cada día. La mayoría de las niñas dijo que ya no tienen que dormir fuera cuando tienen su período, ya que nadie sabe que están menstruando. Algunas chicas duermen en habitaciones separadas y algunas todavía practican chhaupadi, pero ahora se sienten limpias y seguras. Algunas también informaron, que desde los talleres y las formaciones, ya no se les exige participar en las prácticas de exclusión de chhaupadi y ahora se les permite cocinar y comer. Mencionaron que ahora se les permite tocar los animales en casa, algunas chicas ya no dudan en tocar fuentes de agua o visitan el templo sin dudarlo, o informaron que se sienten cómodos para ir a la escuela cuando tienen el periodo, ya que gracias a las copas nadie puede decir si están menstruando o no. También creen que es más fácil trabajar cuando se utilizan las copas. Las mujeres que aceptaron hablar de su experiencia dijeron que se sienten mucho más limpias utilizando las copas, ya que la sangre no sale de su cuerpo. Estas niñas y sus familias también se sienten más seguras, y también porque no tienen que lavarse la ropa debido a manchas de sangre.

Es importante que las niñas que no utilizan la copa menstrual también han experimentado cambios desde que iniciamos la formación en la gestión de la salud menstrual. El 57% de estas chicas han hecho cambios durante la menstruación. Al igual que las niñas que utilizan la copa, revelaron que después de los talleres de formación que hicimos han sido capaces de tocar los animales, comer verduras o beber leche, dormir en su cama dentro de casa, en una habitación aparte, tener una manta más gruesa si siguen durmiendo en una cabaña, tocar fuentes de agua. El 58% declararon estar en una habitación separada dentro de la casa, mientras que el 33% todavía duerme en una cabaña y el 6% incluso duerme fuera, pese a no tener ninguna cabaña.

Este año hemos conseguido mantener la presencia de 4 equipos diferentes, trabajando sobre el terreno de forma simultánea. Gracias a la buena voluntad de las formadoras, el seguimiento del proyecto fue bien, y pudimos obtener muchos comentarios de las beneficiarias. Las conclusiones de las encuestas muestran que nuestra idea inicial que las copas pueden romper los tabúes que rodean la menstruación y el chhaupadi, funciona.

El año 2020 el proyecto no se ampliará yendo a muchos otros pueblos. Intentaremos llegar a más mujeres y ayudarlas a parar el chhaupadi, asistiendo y animándolas con la ayuda de las mentoras, y visitas de formación.

Nuestro personal en la zona estará formado exclusivamente por chicas locales: de Achham. Es importante resaltar que la contraparte local del año 2020 está formada por mujeres comprometidas con el proyecto, que han creado una empresa social (cooperativa). Concretamente, estamos hablando de tres mujeres nepalíes que han trabajado con nosotras (con nuestra contraparte de kathmandu) durante todo el año. Han sido formadas para trabajar en este tipo de proyectos y para saber cómo reunir fondos de organizaciones de cooperación de todo el mundo y de entidades privadas, y en generación de capital propio. Así, se podrá gestionar el proyecto de manera más eficiente y podremos tener las formadoras en cada municipio, que cuidarán de sus usuarias de copas menstruales y fomentarán, activamente, la conciencia sobre el problema del chhaupadi durante todo el año. Puedes leer el documento con todos los detalles de la evaluación del período 2019, aquí.

Texto: Clara Pinilla, Josep Marín y Clara Garcia i Ortés

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